María había de ser la Reina y Señora de los ángeles y de los santos |
María fue como el centro de
todas las gracias y bellezas que Dios había distribuido a los ángeles, a los
santos, y a todas las criaturas. María había de ser la Reina y Señora de los
ángeles y de los santos, y por lo mismo había de tener más gracias que todos
ellos ya en el primer instante de su ser.
María había de ser Madre del
mismo Dios. Es un principio de filosofía que entre la forma y las disposiciones
de la materia ha de haber cierta proporción: la dignidad de Madre de Dios es
aquí como la forma y el corazón de María es la materia que ha de recibir esta
forma. ¡Oh qué cúmulo de gracias, virtudes y otras disposiciones se agrupan en
aquel Santísimo y Purísimo Corazón!...
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