María Santísima en su Soledad, de la Hermandad de la Amargura de Constantina - Sevilla |
¡Oh Madre Nuestra Señora de
los Dolores!, te presento todas mi necesidades, angustias, tristezas, miserias
y sufrimientos.
¡Oh Madre de los dolores
y Reina de los Mártires!, que tanto sufriste al ver a tu
Hijo flagelado, escarnecido y muerto para salvarme, acoge mis
plegarias.
¡Madre amable!, concédeme una
verdadera contrición de mis pecados y un sincero cambio de
vida. Nuestra Señora de los Dolores, que estuviste presente en el calvario
de Nuestro Señor Jesucristo, permanece también presente en
mis calvarios. Te suplico esta gracia de la que tanto necesito:
(Haz tu
petición)
Por piedad, ¡oh abogada
de los pecadores!, no dejes de amparar mi alma en aflicción y en el
combate espiritual que estoy atravesando en todo momento. Nuestra Señora
de los Dolores, cuando los dolores y los sufrimientos lleguen, no me dejes que
me desanime. Madre de los dolores, envuélveme en tu sagrado manto
y ayúdame a pasar por el valle de lágrimas.
Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia…
Permanece con nosotros y
danos tu auxilio, para que podamos convertir las luchas en victorias,
y los dolores en alegrías.
Ruega por nosotros, ¡oh Madre!,
porque no eres sólo la Madre de los dolores,
sino también la Señora de todas las gracias.
Nuestra Señora de los Dolores,
fortaléceme en los sufrimientos de la vida. Amén.