EL DEMONIO NO PUEDE ROMPER EL
SELLO DE LA CONSAGRACIÓN DE UN ALMA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Una joven que pertenecía a un
Movimiento Mariano se consagró a la Virgen María, pero años después por
dificultades en su vida se alejó de la Iglesia, y por varios tropiezos cayó en
manos de una secta satánica, ella iba realizar su consagración al demonio, cuando
ya estaba lista para consagrarse, el sacerdote satánico iba a comenzar el rito,
le impuso las manos pero no podía, quería empezar a decir las palabras pero no
podía, intentó una, dos, tres veces, pero no pudo, desesperado dijo: "No
te puedo consagrar porque esa Mujer no me deja, dice: que ya eres de Ella y no
puedo quitarte de sus manos."
La joven recordó que se había
consagrado a la Virgen María hacía muchos años, salió corriendo de ahí
llorando, se confesó y regreso a la Iglesia.
Cuando nosotros nos
consagramos a la Virgen María Ella nunca nos dejará solos, Ella se entrega
totalmente a nosotros.
MARÍA NO ES SUFICIENTEMENTE
CONOCIDA
Es, por tanto, justo y
necesario repetir con los santos: DE MARIA NUNQUAM SATIS. María no ha sido aún
alabada, ensalzada, honrada y servida como se debe. Merece aún mejores
alabanzas, respeto, amor y servicio.
Debemos decir también con el
Espíritu Santo: "Toda la gloria de la Hija del rey está en su
interior". Como si toda la gloria exterior que el cielo y la tierra le
rinden a porfía, fuera nada en comparación con la que recibe interiormente de
su Creador y que es desconocida a creaturas insignificantes, incapaces de
penetrar el secreto de los secretos del Rey.
Debemos también exclamar con
el Apóstol: "El ojo no ha visto, el oído no ha oído, a nadie se le ocurrió
pensar..." las bellezas, grandezas y excelencias de María, milagro de los
milagros de la gracia, de la naturaleza y de la gloria. "Si quieres comprender
a la Madre dice un santo trata de comprender al Hijo. Pues Ella es digna Madre
de Dios"
¡Enmudezca aquí toda lengua!
HAY QUE CONOCER MEJOR A MARÍA
El corazón me ha dictado
cuanto acabo de escribir con alegría particular para demostrar que la excelsa
María ha permanecido hasta ahora desconocida y que ésta es una de las razones
de que Jesucristo no sea todavía conocido como debe serlo. De suerte que si el
conocimiento y reinado de Jesucristo han de dilatarse en el mundo como
ciertamente sucederá esto acontecerá como consecuencia necesaria del
conocimiento y reinado de la Santísima. Virgen, quien lo trajo al mundo la
primera vez y lo hará resplandecer, la segunda.
San Luis María Grignion
de Montfort