Yo lo sé, Vos tenéis, en vuestra calidad de Madre del Altísimo, un poder igual a vuestro querer. Por eso mi confianza en Vos no tiene límites |
Así como la respiración aporta
la prueba de que nuestro cuerpo posee todavía su energía viviente, así vuestro
Santísimo Nombre incansablemente pronunciado por la boca de vuestros
servidores, en todo tiempo y lugar y de todas maneras, es la gran prueba, y más
aún que la prueba, es la causa o motivo de la vida, de la alegría y del socorro
de nuestras almas…
Yo lo sé, Vos tenéis, en
vuestra calidad de Madre del Altísimo, un poder igual a vuestro querer. Por eso
mi confianza en Vos no tiene límites.
Nadie hi sido colmado del
conocimiento de Dios más que por Vos, ¡oh Santísima!, nadie ha sido salvado más
que por Vos, ¡oh Madre de Dios!, nadie escapa a la servidumbre más que por Vos,
que habéis merecido llevar a Dios en vuestras Entrañas Virginales…, gracias a
vuestra autoridad maternal sobre Dios mismo, Vos obtenéis misericordia para los
criminales más desesperados. Vos no podéis ser desatendida, pues Dios
condescendiente en todo y por todo a la voluntad de su verdadera Madre.
No hay nadie, ¡oh Santísima!,
que se haya salvado si no es por Vos. Nadie, ¡oh Inmaculada!, se ha librado del
mal si no es por Vos. Nadie, ¡oh Purísima!, recibe los dones Divinos si no es
por Vos. A nadie, ¡oh Soberana!, la Bondad Divina concede sus gracias si no es
por Vos.
San Germán de
Constantinopla
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.