"Reina del mundo dignísima, María, Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y por nuestra salvación, Vos que engendrasteis a Cristo el Señor Salvador de todos"
Indulgencia de trecientos días
|
Al finalizar el año, Dulce Madre mía, quiero pedirte perdón
por todo cuanto te ofendí, por todo el mal que hice y el bien que dejé de
hacer, por la oración aplazada y mal hecha, por todos mis pecados y miserias… y
darte gracias por todos los beneficios que me has traído, sin yo merecerlos, de Dios,
con tus generosas y benditas manos.
Te encomiendo a todos los míos, familiares y amigos, con la
seguridad de que los guiarás a todos, con tu maternal dulzura.
Ayúdame, Madre mía, a ser bueno, y se mi Luz y mi Camino,
para llegar a tu Divino Hijo Jesús. AMÉN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.