lunes, 31 de diciembre de 2012

AL FINALIZAR EL AÑO, DULCE MADRE MÍA...

"Reina del mundo dignísima, María, Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y por nuestra salvación, Vos que engendrasteis a Cristo el Señor Salvador de todos"
Indulgencia de trecientos días

Al finalizar el año, Dulce Madre mía, quiero pedirte perdón por todo cuanto te ofendí, por todo el mal que hice y el bien que dejé de hacer, por la oración aplazada y mal hecha, por todos mis pecados y miserias… y darte gracias por todos los beneficios que me has traído, sin yo merecerlos, de Dios, con tus generosas y benditas manos.

Te encomiendo a todos los míos, familiares y amigos, con la seguridad de que los guiarás a todos, con tu maternal dulzura.

Ayúdame, Madre mía, a ser bueno, y se mi Luz y mi Camino, para llegar a tu Divino Hijo Jesús. AMÉN


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