¡Oh clementísimo Dios!, que para salvación de los pecadores, y consuelo de los desgraciados, quisisteis enriquecer el purísimo Corazón de la Bienaventurada Virgen María con los sentimientos de caridad y misericordia, tan conformes a los del Divino Corazón de Jesús vuestro Hijo, conceded a todos los que honramos a este dulcísimo y amantísimo Corazón, que por los méritos e intercesión de la misma Virgen Sacratísima, nos halléis conformes al Corazón de Jesús. Os lo pedimos por el mismo Señor Jesucristo, que con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!
miércoles, 12 de junio de 2013
ORACIÓN AL PURÍSIMO CORAZÓN DE MARÍA
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