Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

lunes, 1 de octubre de 2018

MEDITACIONES SOBRE EL SANTO ROSARIO, 1º MISTERIO GOZOSO

LA ANUNCIACIÓN

Ecce ancilla Domini; fiat mihi secundum verbum tuum


Oración.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario! ¡María, Madre mía, Salve!; a tus pies humildemente postrado me hallo para ofrendarte una corona de Rosas, blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te recordará un misterio; cada diez flores van con mi petición para una gracia particular.

¡Oh Excelsa Reina!, dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti acuden. Vos no podéis menospreciar esta ofrenda, con la cual van unidas mis peticiones. Al recibir estas ofrendas, recibe, asimismo, mis peticiones: de tus grandes misericordias espero la gracia y favores que con confianza te lo pido.

Cuanto te pido, lo recibiré, y demuestra que eres mi Madre.

LA ANUNCIACIÓN

¡Dulce Madre María!, yo, que medito el Misterio de la Anunciación, que es cuando el Arcángel San Gabriel te anunció que serías Madre de Dios, ofrendándote aquella sublime salutación, "Salve, llena de gracia, el Señor Dios está contigo", y Tú sometiéndote con humildad a la voluntad del Padre respondiste: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tú palabra"

Yo, humildemente te ofrezco: 1 Padrenuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de la humildad y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.


Acción de Gracias.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario, Madre mía!, ¡Salve! Humildemente me postro a tus pies para ofrendarte una corona de Rosas blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te recordará un misterio, cada diez flores van con mi petición de una bendición.

¡Oh Excelsa Reina, dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti claman! Vos no podéis mirar mis ofrendas sin atender a mis súplicas. Recibe mi ofrenda y recibe también mi agradecimiento; por tu bondad, dame la ayuda que confiado espero en Ti.



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