LA ANUNCIACIÓN
Ecce ancilla Domini; fiat mihi secundum verbum tuum |
Oración.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario! ¡María,
Madre mía, Salve!; a tus pies humildemente postrado me hallo para ofrendarte
una corona de Rosas, blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te
recordará un misterio; cada diez flores van con mi petición para una gracia
particular.
¡Oh Excelsa Reina!, dispensadora
de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti acuden. Vos no podéis
menospreciar esta ofrenda, con la cual van unidas mis peticiones. Al recibir
estas ofrendas, recibe, asimismo, mis peticiones: de tus grandes misericordias
espero la gracia y favores que con confianza te lo pido.
Cuanto te pido, lo recibiré, y
demuestra que eres mi Madre.
LA ANUNCIACIÓN
¡Dulce Madre María!, yo, que
medito el Misterio de la Anunciación, que es cuando el Arcángel San Gabriel te
anunció que serías Madre de Dios, ofrendándote aquella sublime salutación, "Salve, llena de gracia, el Señor Dios
está contigo", y Tú sometiéndote con humildad a la voluntad del Padre
respondiste: "He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tú palabra"
Yo, humildemente te ofrezco: 1 Padrenuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria
Uno a estas diez rosas mi
petición para poseer la virtud de la humildad y reverentemente deposito a tus
plantas estas flores espirituales.
Acción de Gracias.- ¡Dios te Salve María, Reina
del Santo Rosario, Madre mía!, ¡Salve! Humildemente me postro a tus pies para ofrendarte
una corona de Rosas blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te
recordará un misterio, cada diez flores van con mi petición de una bendición.
¡Oh Excelsa Reina, dispensadora
de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti claman! Vos no podéis
mirar mis ofrendas sin atender a mis súplicas. Recibe mi ofrenda y recibe
también mi agradecimiento; por tu bondad, dame la ayuda que confiado espero en
Ti.
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