Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 25 de septiembre de 2021

COLOQUIOS CON NUESTRA MADRE

 

Oh, Corazón dulcísimo de mi Madre concededme vivir dignamente, aquí en la tierra, a fin de merecer la inefable dicha de ir a celebrarlo a vuestro mismo lado en el Cielo. Amén, amén.


¡Oh, Corazón de María, Templo de la Beatísima Trinidad, amabilísimo sobre todos los corazones humanos, amantísimo más que el de todas las madres, puro más que los cielos, santo más que los espíritus de la gloria, imagen perfectísima del Corazón de vuestro Hijo! ¡Quién pudiese tributaros todo el honor a que os hacen acreedor vuestras excelencias y grandezas! ¡Quién pudiese abrazarse en las llamas de vuestro amor como merece vuestra incomparable amabilidad! ¡Quién pudiese desagraviaros de las injurias de que os han hecho y se os están haciendo por los enemigos de vuestro santísimo Hijo, que son también enemigos nuestros!

Más no siéndome posible en mi pequeñez cumplir con Vos los deberes que me impone la justicia, la gratitud y el amor, os ofrezco los honores que os han tributado en todos los tiempos los Santos en la tierra y los Ángeles en el cielo, y sobre todo lo que os rindió en su vida mortal y os rinde en su vida gloriosa vuestro Hijo Jesucristo; os ofrezco el amor que ellos os han profesado, os profesan y os profesarán por toda la eternidad, para suplir la insuficiencia de mi amor, para reparar mis tibiezas y descuidos en vuestro servicio y consolar a vuestro Corazón, tan ofendido y menospreciado por muchos de vuestros mismos hijos.



 

sábado, 11 de septiembre de 2021

SÚPLICA A NUESTRA MADRE DE LOS DOLORES

 



Nuestra Señora de los Dolores, te presento todas mis necesidades, angustias, tristezas, miserias y sufrimientos.

¡Oh Madre de los dolores y reina de los mártires!, que tanto sufriste al ver a tu Hijo flagelado, escarnecido y muerto para salvarme, acoge mis plegarias. ¡Madre amable!, concédeme una verdadera contrición de mis pecados y un sincero cambio de vida.

Nuestra Señora de los Dolores, que estuviste presente en el calvario de Nuestro Señor Jesucristo, permanece también presente en mis calvarios. Te suplico esta gracia de la que tanto necesito:

(Haz tu petición)

Por piedad, ¡oh abogada de los pecadores!, no dejes de amparar mi alma en aflicción y en el combate espiritual que estoy atravesando en todo momento. Nuestra Señora de los Dolores, cuando los dolores y los sufrimientos lleguen, no me dejes que me desanime. Madre de los dolores, envuélveme en tu sagrado manto y ayúdame a pasar por el valle de lágrimas. Permanece con nosotros y danos tu auxilio, para que podamos convertir las luchas en victorias, y los dolores en alegrías. Ruega por nosotros, ¡oh Madre!, porque no eres sólo la Madre de los dolores, sino también la Señora de todas las gracias.

Nuestra Señora de los Dolores, fortaléceme en los sufrimientos de la vida. Amén.




sábado, 4 de septiembre de 2021

PRIMER SÁBADO DE MES/EL INMACULADO CORAZÓN DE NUESTRA MADRE MARÍA y III

 

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Oh, Corazón de mi dulce Madre, pues yo no puedo reparar dignamente tantas injurias, ruego que lo hagan por mí los Santos y los Ángeles de la gloria, a los cuales me uno también con deseo de amaros y ensalzaros como ellos os aman y ensalzan.

 

Desagraviemos al Corazón de María.- Considera cómo aunque el Corazón de María es digno de la veneración de todas las criaturas y del amor de todos los corazones, no todos le veneran, no todos le aman.

El infierno, lleno de rabia y furor contra la Mujer fuerte que quebrantó su poder y humilló su orgullo, no cesa de suscitar entre los hombres enemigos a la Virgen para vengarse de ella del modo que le es posible.

Y muchos hombres ¡desgraciados! Se prestan a esta obra de iniquidad, y niegan los privilegios y prerrogativas de María, y, desprecian su culto, blasfeman su Nombre Benditísimo, y profanan sus imágenes y de otros mil modos desahogan el odio y despecho que sienten contra Ella. Ellos no lograrán, es cierto, disminuir un punto la gloria de María, ni amenguar su amor en el corazón de los verdaderos fieles; más entre tanto nuestra amabilísima Madre es ofendida, y su Corazón amantísimo es blanco de continuas saetas que se clavan en Él, y lo atraviesan. Si este mes de agosto es el momento de grandes demostraciones de amor al Corazón de María, es también el tiempo de los grandes desagravios por las ofensas que recibe: todo ha de ir dirigido a tan santo y noble fin.


Padre Ribera