Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 29 de septiembre de 2018

CONOCIENDO A MARÍA

Cuellar, Segovia. Nuestra Señora del Henar


Nuestra Señora de El Henar o Virgen de El Henar es una imagen mariana que se venera en el Santuario de Nuestra Señora de El Henar, ubicado a 5km de la villa de Cuéllar, provincia de Segovia, a la cual pertenece. Debe su nombre al topónimo henar, que significa lugar poblado de heno, y celebra su fiesta el domingo más cercano a San Mateo (21 de septiembre) con una multitudinaria romería.

A pesar de que la leyenda cuenta que fue traída desde Tierra Santa por San Jeroteo, primer obispo de Segovia, se trata de una talla del siglo XII y por lo tanto pertenece al románico.

Fue coronada canónicamente en 1972 y el pontífice Pío XII la proclamó en 1958 patrona de los resineros de España. Posee la Medalla de Oro de la provincia de Segovia desde 1972 y el bastón de alcaldesa mayor de Cuéllar, cargo que goza de forma perpetua. También es patrona de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar.

La imagen preside el altar mayor de su Santuario, y tiene unas medidas de 80cm de alto, 30cm de ancho y 20cm de grosor; está realizada en madera de nogal y carece de espalda, pues en su origen estaba adosada al muro.

Se trata de una imagen de tipo hierático, de imitación bizantina siguiendo el patrón de virgen sedente, Trono de Sabiduría, que muestra con serenidad y dulzura a su hijo entre sus piernas, sostenido en sus manos. Está representada sentada en una silla o arqueta, con un porte rígido y grave y de rasgos primitivos o elementales.

Su rostro, de especial belleza y más bien oscuro, por el que ha merecido el sobrenombre de “La Morenita”. El ropaje, de pliegues rectos, está decorado con policromía azul y roja, y el manto cae simétrico al cuerpo, cubriendo los brazos que apoya sobre sus rodillas. El Niño, de sorprendente parecido con la madre, posa en actitud de bendecir, al estilo de los Pantocrátor, con su mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene un libro, y se ciñe a una especie de toga que le envuelve y cae sobre su hombre izquierdo. Madre e hijo forman un conjunto armonioso, teniendo en cuenta las desproporciones habituales de la época. La imagen se presenta sobre una peana decorada con ángeles en relieve que simulan sujetar a la Virgen.

Adaptándose a las modas, fue vestida con amplios ropajes en el siglo XVIII, para lo cual le fueron mutiladas algunas partes secundarias, y se le añadieron unas manos postizas, creando así una imagen de caballete. A comienzos del año 1969 y con vistas a su coronación, fue completamente restaurada por el artista segoviano Ángel García Ayuso, que eliminó los elementos añadidos en el siglo XVIII y recuperó las partes mutiladas, siendo presentada nuevamente al público el 25 de marzo del mismo año.



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