Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

miércoles, 19 de septiembre de 2018

A TI MADRE SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

¡Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo!, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados

¡Oh Virgen Dolorosa!, por el dolor que tuviste cuando viste a Jesús clavado en la Cruz, concédeme que yo me aproveche de los frutos de su Pasión, que sea un cristiano verdadero, Crucificado con Cristo, y que considere como una honra el padecer y sufrir algo por ser cristiano y practicar las virtudes cristianas… Salve Regína, Mater misericodiae...



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