Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

miércoles, 26 de septiembre de 2018

A TI MADRE SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

¡Oh Madre mía!, al pie de la Cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la Sangre Preciosísima de nuestro Redentor

¡Oh Virgen Dolorosa!, por el dolor que sufriste al recibir a tu Hijo muerto y bajado de la Cruz, te suplico me alcances el perdón de mis culpas, que fueron la causa de su muerte, y que sus heridas se graben profundamente en mi memoria y mi corazón, como testimonio de su amor, para que le ame hasta la muerte… Salve Regína, Mater misericodiae...



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.