Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

lunes, 24 de septiembre de 2018

24 DE SEPTIEMBRE, NUESTRA MADRE DE LA MERCED

Aparición de Nuestra Señora de la Merced a San Pedro Nolasco en 1218

¡Soberana Virgen María, Reina de los Ángeles, Emperatriz de los cielos!, elegida Madre de Dios, concebida en gracia, a quien rinden veneración todos los coros de los Ángeles y Santos del cielo. A Ti me acerco para rogarte que, puesto que bajaste del cielo a la tierra declarando que eres Madre de Merced y de las Misericordias, usa tu piedad con este humilde devoto tuyo. Y para más obligarte, ¡Madre de pecadores!, ¡consuelo de los afligidos!, ¡socorro de todas las necesidades!, me consagro una vez más a Ti, como esclavo y servidor tuyo. Dirígeme, encamíname y ampárame, ¡Señora y Madre mía!, para que acierte a servirte y logre lo os pido y deseo, si es del agrado de tu precioso Hijo Jesús, que vive y reina con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.



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