Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

lunes, 22 de octubre de 2018

MEDITACIONES SOBRE EL SANTO ROSARIO, 5º MISTERIO GOZOSO

LA PÉRDIDA DEL NIÑO JESÚS

Quid est quod me quaerebatis? nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt, oportet me esse?

Oración.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario! ¡María, Madre mía, Salve!; a tus pies humildemente postrado me hallo para ofrendarte una corona de Rosas, blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te recordará un misterio; cada diez flores van con mi petición para una gracia particular.

¡Oh Excelsa Reina!, dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti acuden. Vos no podéis menospreciar esta ofrenda, con la cual van unidas mis peticiones. Al recibir estas ofrendas, recibe, asimismo, mis peticiones: de tus grandes misericordias espero la gracia y favores que con confianza te lo pido.

Cuanto te pido, lo recibiré, y demuestra que eres mi Madre.

LA PÉRDIDA DEL NIÑO JESÚS

¡Dulce Virgen María!, medito ahora el Misterio del Niño Jesús hallado en el Templo. Después de buscarle por tres días, tu Corazón apenado, se llenó entonces de alegría al hallarle en el Templo donde estaba discutiendo con los Doctores de la ley, y cuando vistes que Jesús, obediente, regresó al hogar contigo.

Yo, humildemente te ofrezco: 1 Padrenuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de la Conformidad con la Voluntad de Dios y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.


Acción de Gracias.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario, Madre mía!, ¡Salve! Humildemente me postro a tus pies para ofrendarte una corona de Rosas blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te recordará un misterio, cada diez flores van con mi petición de una bendición.

¡Oh Excelsa Reina, dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti claman! Vos no podéis mirar mis ofrendas sin atender a mis súplicas. Recibe mi ofrenda y recibe también mi agradecimiento; por tu bondad, dame la ayuda que confiado espero en Ti.



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