¡Oh María! Ya que
eres verdaderamente Madre mía, haz que yo sea verdadero hijo tuyo, digno de Ti
|
Al dar su consentimiento para
ser Madre del Hijo de Dios, María se unió en un consorcio estrechísimo no sólo
a la persona, sino también a la obra de Jesús. Sabía que el Salvador venía a
este mundo para redimir al género humano; aceptando, pues, ser madre, aceptaba
ser la más íntima colaboradora de su misión. De hecho María, dándonos a Jesús,
que es la fuente de la gracia, colaboró directísimamente a la difusión de la
gracia en nuestras almas. “Si Jesús fue el Padre de nuestras almas –dice San
Alfonso-, María fue la Madre, porque dándonos a Jesús nos dio la verdadera
vida, y ofreciendo después sobre el Calvario por nuestra salvación la vida del
Hijo, nos alumbró a la vida de la gracia divina”
Porque una mujer –Eva- había cooperado
a la pérdida de la gracia, por eso, según una disposición armoniosa de la
Providencia Divina, otra mujer –María- había de cooperar a la restitución de
esa misma gracia. Ciertamente la vida de la gracia nos viene de Jesús, que es
su única fuente y el único Salvador;
pero en cuanto María fue quien lo dio al mundo, en cuanto María está
íntimamente asociada a toda la vida y obra de Jesús, se puede decir muy bien
que la gracia nos viene también de María. Si Jesús es la fuente y el manantial
de la gracia, María –como dice San Bernardo- es el canal, el acueducto que nos
la trae hasta nosotros. Así como Jesús quiso venir a nosotros a través de
María, del mismo modo toda la gracia, toda la vida sobrenatural nos llega a
través de María. “Esta es la voluntad de quien determinó que todo lo recibamos
por medio de María” (San Bernardo). Todo lo que Jesús nos mereció en sentido
propio, de derecho, María nos lo ha merecido secundariamente por mérito de
conveniencia. La Virgen es, pues, verdaderamente nuestra Madre; con Jesús nos
ha engendrado a la vida de la gracia. Podemos por eso saludarla con toda verdad: “Dios te salve, Reina, Madre de
misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.