"Hijo, tú no sabes qué produce la obediencia. Mira: por
un sí, por un solo sí, "fiat secundum verbum tuum", por hacer la
voluntad de Dios, María llega a ser Madre del Altísimo, confesándose su
esclava, pero conservando la virginidad que tan grata era a Dios y a ella.
Por aquel sí pronunciado por María Santísima, el mundo
obtuvo la salvación, la humanidad fue redimida.
Hagamos también nosotros siempre la voluntad de Dios y
digamos siempre sí al Señor."
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