Sagrada Virgen María, Madre de la Inmaculada Víctima
Eucarística, rogad por nosotros, para que podamos valientemente proseguir la
rectificación de la actual usurpación del Sacrificio Eucarístico, y conseguir,
con vuestra poderosa ayuda maternal, la restauración de nuestra Misa Católica y
el Reinado y el orden de la Majestad de vuestro Hijo Jesucristo. AMEN
Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.