Durante la aparición final en
Fátima, el 13 de Octubre de 1917, cuando el “Milagro del Sol” ocurrió, Nuestra
Señora primero apareció como siempre aparecía ante los pastorcitos con Su
Doloroso e Inmaculado Corazón expuesto. Y luego Ella apareció como Nuestra
Señora del Carmen con “algo colgando en su mano derecha”. Podemos asumir
seriamente que ese “algo” era el Escapulario carmelita.
En 1950 el Padre Howard Rafferty,
carmelita, natural de Estados Unidos, le preguntó a Sor Lucía de Fátima: “¿Por
qué piensa que Nuestra Señora apareció con el Escapulario en esta última
visión?”. A lo cual contestó: “Porque Ella quiere que todos vistan el
Escapulario, es la señal de la consagración a su Inmaculado Corazón”.
El Padre Rafferty le pregunta nuevamente:
“¿Vestir el Escapulario es tan importante como rezar diariamente el Santo
Rosario?”. Sor Lucía responde: “Sí. ¡El Rosario y el Escapulario son
inseparables!”.
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