Tú, toda caridad para con el prójimo, impétrame la caridad para con todos y particularmente para con los que me son contrarios |
¡Oh María! Pídante otros lo que quieran: salud,
riquezas, bienes terrenos; yo vengo a pedirte, ¡oh Madre mía!, esas cosas que
Tú misma deseas de mí y que más gratas son a tu Corazón. Tú que fuiste tan
humilde impétrame la humildad y el amor a los desprecios. Tú, tan paciente en
los dolores de esta vida, obtenme la paciencia en las contrariedades; Tú, toda
llena de amor a Dios, obtenme el don del santo y puro amor. Tú, toda caridad
para con el prójimo, impétrame la caridad para con todos y particularmente para
con los que me son contrarios. Tú, en suma, ¡oh María!, que eres la más Santa
entre todas las criaturas, hazme santo. No te falta el amor, ni el poder: todo
lo quieres y todo lo puedes obtener. Sólo mi negligencia en recurrir a Ti, sólo
mi poca confianza en tu auxilio puede impedirme recibir tus gracias.
San
Alfonso María de Ligorio
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