Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

martes, 11 de octubre de 2016

QUIERO, MADRE MÍA, LO QUE TÚ QUIERAS PARA MÍ...

Tú, toda caridad para con el prójimo, impétrame la caridad para con todos y particularmente para con los que me son contrarios

¡Oh María! Pídante otros lo que quieran: salud, riquezas, bienes terrenos; yo vengo a pedirte, ¡oh Madre mía!, esas cosas que Tú misma deseas de mí y que más gratas son a tu Corazón. Tú que fuiste tan humilde impétrame la humildad y el amor a los desprecios. Tú, tan paciente en los dolores de esta vida, obtenme la paciencia en las contrariedades; Tú, toda llena de amor a Dios, obtenme el don del santo y puro amor. Tú, toda caridad para con el prójimo, impétrame la caridad para con todos y particularmente para con los que me son contrarios. Tú, en suma, ¡oh María!, que eres la más Santa entre todas las criaturas, hazme santo. No te falta el amor, ni el poder: todo lo quieres y todo lo puedes obtener. Sólo mi negligencia en recurrir a Ti, sólo mi poca confianza en tu auxilio puede impedirme recibir tus gracias.

 San Alfonso María de Ligorio


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