Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 20 de agosto de 2022

OS PIDO, MADRE MÍA...

"Nuestra Señora del Clero" Iglesia de Santa Cecilia, Sao Paulo (Brasil)

 


Madre mía, cuando Jesús estaba en vuestro claustro, Vos hallabais numerosas cosas que decirle; ved, sin embargo, ¡qué miserias le digo yo en el momento en que lo recibo en la Sagrada Eucaristía! Por eso os pido: Habladle por mí, Madre mía, y decidle todo lo que yo quisiera ser capaz de decir, pero no lo soy. Adoradlo como yo quisiera adorarlo; dadle la acción de gracias que yo quisiera darle; presentadle actos de reparación por mis pecados y por los del mundo entero, con un ardor de reparación que, desgraciadamente, no tengo.

Madre, pedid por mí y por todos los hombres todo lo que fuere necesario para que realicemos vuestra gloria; pues; Madre mía, lo que os pido más que nada es vuestra gloria, vuestro Reino. Amén.

Plinio Corrêa de Oliveira



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