Imagen de "María Bambina" (Virgen Niña) del siglo XVII y hecho en el sur de Italia |
130. ¿Cuándo celebra la Iglesia la fiesta de la NATIVIDAD de
la Santísima Virgen María? - La Iglesia celebra la, fiesta de la Natividad de
la Santísima Virgen María el día 8 de septiembre.
131. ¿Por qué se celebra la fiesta de la Natividad de la
Santísima Virgen María? - Celébrase la fiesta de la Natividad de la Santísima
Virgen María porque desde su nacimiento fue la más santa de todas las criaturas
y porque estaba destinada a ser la madre del Salvador.
132. ¿Se celebra sólo la fiesta de la Natividad de la
Santísima Virgen? - Celébrase la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen
y la de San Juan Bautista. Pero hay que observar que la Santísima Virgen no
sólo nació en gracia, sino que también fue en gracia concebida, mientras que de
San Juan Bautista solamente puede decirse que fue santificado antes de nacer.
133. ¿Qué vida llevó la Santísima Virgen? - La Santísima Virgen,
aunque descendía de la regia estirpe de David, llevó una vida pobre, humilde y
escondida, pero preciosa delante de Dios, no pecando jamás ni aun venialmente y
creciendo continuamente en gracia.
134. ¿Qué hay que admirar de un modo especial en las virtudes
de la Santísima Virgen? - En las virtudes de la Santísima Virgen hay que
admirar de un modo especial el voto de virginidad que hizo desde sus más
tiernos años, cosa de que no había ejemplo hasta entonces.
135. ¿Qué hemos de hacer en la fiesta de la Natividad de la
Santísima Virgen María? - En la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen
María hemos de hacer cuatro cosas: 1ª, dar gracias a Dios por los dones y
prerrogativas singulares con que la enriqueció sobre todas las criaturas; 2ª,
pedirle que por su intercesión destruya en nosotros el reino del pecado y nos
dé constancia y fidelidad en su santo servicio; 3ª, venerar la santidad de
María y congratularnos con ella de sus grandezas; 4ª, procurar imitarla,
guardando cuidadosamente la gracia y ejercitando las virtudes, principalmente
la humildad y pureza, por las cuales mereció concebir a Jesucristo en sus
purísimas entraña.
Tomado
del Catecismo Mayor de San Pío X
Las
plegarias y las lágrimas de Santa Ana le merecieron, después de veinte años de
esterilidad, la gloria de dar al mundo a la Bienaventurada Virgen María. He
aquí la aurora mensajera del Sol de justicia: demonios, retiraos al infierno;
ángeles, regocijaos: pronto los justos ocuparán los lugares abandonados por los
ángeles rebeldes. Hombres, triunfad: María ha nacido para ser la Madre de Dios
que será vuestro Hermano y vuestro Redentor. Almas santas que gemís en el
limbo, consolaos: la puerta de vuestra prisión muy pronto será abierta por el
Hijo de la que acaba de nacer
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