MARÍA
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Todo el Antiguo Testamento son profecías, símbolos y
figuras. El objeto de ellas era el Mesías y junto con Él, su Madre. Veamos algunas
brevemente.
PROFECÍAS
La profecía es la palabra de Dios sobre una cosa futura.
Solo Dios puede conocer son certeza el porvenir. La profecía es signo de la
divinidad.
A) La primera profecía sobre la Virgen la hizo
directamente el mismo Dios en el Paraíso: “una mujer quebrantará tu cabeza”,
así dice a la serpiente infernal. Penetra en la hermosura de estas palabras:
¡qué bondad la de Dios! castiga y a la vez perdona. En el mismo instante que nos
condena a la muerte, nos profetiza un Mesías libertador y una mujer que
pisoteará al demonio.
¡Qué alegría pensar que el demonio ha de estar siempre a los
pies de María! ¡Qué seguridad saber que ni a Ella ni a sus hijos podrá nunca
dañar! Párate a dar gracias al Señor y enhorabuenas a María por el triunfo y la
gracia que con Él nos mereció. Saca la conclusión de que cuanto más está unida
tu alma a María, más tendrás al demonio sujeto a tus pies. ¡Qué rabia le dará el
saber que una Mujer y por esa Mujer todos los demás, han de quebrantar siempre
su cabeza!
B) Igualmente se puede considerar la gran profecía de
Isaías que siglos antes dijo que “de la vara de Jesé brotaría una flor sobre la
cual descansaría el Señor”. Jesús es el fruto bendito, María la blanca flor. En
otra parte anuncia su virginidad. “He aquí que una Virgen concebirá y dará a
luz un Hijo que se llamará Emmanuel”. Son las dos coronas de la Virgen: su
maternidad Divina junto con su Virginidad.
C) Así podríamos recorrer otras muchas profecías. Así
libros enteros como los salmos de David; el Cantar de los Cantares de Salomón,
que encierran magnificas de María, pues así multiplicó Dios sin cesar las
profecías sobre Ella, al igual que sobre su Hijo.
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