¡Vuestro Dulce Nombre no se puede pronunciar sin sentirse inflamado de amor hacia Vos! |
De Vos se ha dicho ¡Oh
María! que sois la que se eleva Bella como la luna y escogida como el sol. ¡Oh María! Vos habéis venido al mundo
como una aurora resplandeciente, y el resplandor de vuestra Santidad ha
precedido al Sol de Justicia; el día de vuestra aparición en el mundo ha sido
el día de la gracia y de la salud. Sois Bella como la aurora, y así como ningún
planeta se asemeja tanto al sol como la luna, ninguna criatura se parece a Dios tanto como Vos. La luna disipa las tinieblas de la noche con la luz que recibe
del sol, y Vos, ¡oh María! disipáis
nuestras tinieblas con el resplandor de vuestras virtudes. Pero Vos sois aún más Bella que la luna;
porque en Vos no se halla mancha ni
sombra: sois escogida como el sol, es decir, como el Sol Divino que ha creado
al sol: Él ha sido escogido entre
todos los hombres y Vos, ¡oh dulcísima María!, lo habéis sido entre
todas las mujeres. Vuestro Dulce Nombre
no se puede pronunciar sin sentirse inflamado de amor hacia Vos, y los que os aman no pueden pensar
en Vos sin que su amor se aumente
cada vez. Dignaos, ¡oh María!
concederme la gracia de que yo experimente estos sentimientos, que son mis
aspiraciones en la tierra, para después amaros eternamente en el cielo. Amén.
San Bernardo
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