Ella se constituye en tu fiadora, tu suplemento y tu todo ante Jesús |
María
se da a su esclavo.- La Santísima Virgen es Madre
de dulzura y misericordia, y jamás se deja vencer en amor y generosidad. Viendo
que te has entregado totalmente a Ella para honrarla y servirla y te has
despojado de cuanto más amas para adornarla, se entrega también a ti plenamente
y en forma inefable. Hace que te abismes en el piélago de sus gracias, te
adorna con sus méritos, te apoya con su poder, te ilumina con su luz, te
inflama con su amor, te comunica sus virtudes: su humildad, su fe, su pureza,
etc.; se constituye tu fiadora, tu suplemento y tu todo ante Jesús. Por último,
dado que como consagrado perteneces totalmente a María, también Ella te
pertenece en plenitud. De suerte que, en cuanto perfecto servidor e hijo de
María, puedes repetir lo que dijo de sí mismo el evangelista San Juan: El
discípulo la tuvo en su casa (Jn 19, 27), como su único bien.
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