Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

martes, 25 de diciembre de 2018

EMPEZÓ EN BELÉN

¡María es el paraíso de Dios!, y la flor que brota en él es Jesús

Toma en cuenta si puedes las adoraciones, los homenajes, las caricias de María a su Divino Hijo al momento de nacer. Adora a Jesús reposando en sus brazos o dormido en su regazo.

¡Qué bello ostensorio es María, fabricando con esmero por el mismo Espíritu Santo! ¿Puede haber algo más hermoso que la Santísima Virgen, aun considerándola en lo meramente exterior? Es el lirio purísimo, el lirio del valle, cándida como aquél y que germinó en tierra inmaculada.

¡María es el paraíso de Dios!, y la flor que brota en él es Jesús, la flor de Jesé, y el fruto que produce es Jesús, trigo de los elegidos. ¡Qué delicioso fue para Dios embellecer a María!

¡He ahí al ostensorio del Verbo recién nacido, el canal por donde llegó Jesús!

Sí, la Eucaristía empezó en Belén, entre los brazos de María. Ella trajo a la humanidad hambrienta el único Pan que podría saciarla.

María nos conservó este Pan. Oveja Divina, nutrió con su leche virginal al Cordero cuya carne vivificante sería nuestro alimento más tarde.

“Flores de la Eucaristía”,
San Pedro Julián Eymard



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