Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 15 de febrero de 2020

¡OH MARÍA! ¡AVE, MARÍA!


¡Oh María!, Cúbreme con tu sombra y permaneceré tranquilo y confiado bajo tus alas; acompáñame en mi camino y condúceme por secretos atajos. No me perdonará el sufrimiento, pero Tú me harás desearle como un alimento indispensable. ¡Oh María, María! Tu nombre es para mis labios como la miel y el bálsamo. ¡María, María! ¡Ave, María! ¿Quién puede resistir? ¿Quién se perderá con el Ave María? ¡María, María! Tú eres la Madre de los pequeños, la Salud de los débiles, la Estrella de las tempestades… ¡Oh María, María! Si me encuentro sin ayuda, sin valor, sin consuelo, corro a Ti y grito: ¡Ave, María! Tú eres el Consuelo de los esclavos, el Valor de la pequeños, la Fortaleza de los débiles. ¡Ave, María!, cuando pronuncio tu nombre, se inflama mi corazón. ¡Ave, María! Alegría de los ángeles, alimento de las almas. ¡Ave, María!

Beato Eduardo Juan María Poppe



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