Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 14 de septiembre de 2019

A LA MISERICORDIA DE NUESTRA MADRE


¡Oh Virgen Bienaventurada y Misericordiosa!, que no se hable más de tu Misericordia si hay acaso un solo hombre que, habiendo rogado a Ti en sus penas, recuerde haberos encontrado insensible a su petición. Siempre exaltaremos tus virtudes, pero por sobre todas apreciamos la Misericordia, ya que somos miserables y pecadores. A tu Misericordia, tan dulce para los desdichados, le dirigimos nuestras oraciones fervorosas.

Colección de Oraciones de la
Condesa de Flavigny





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