Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 18 de julio de 2015

LAS PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN

"Con él estoy en la  tribulacióon, lo libraré", nos dice el Señor en el salmo 90. Salvación en los peligros, nos da nuestra amante Madre en su Santo Escapulario. Sea nuestro grito en todo apurado trance: ¡Virgen del Carmen, sálvanos!

1. Asistiré a la hora de la muerte a quienes lleven con fe y devoción mi Escapulario, medalla o imagen.

2. Si se portan para conmigo como hijos cariñosos, yo me portaré con ustedes como Madre amabilísima.

3. Bendeciré las casas donde mi imagen sea honrada, y donde me recen cada día alguna oración.

4. Si se esfuerzan por alejar el pecado de su vida, yo me esforzaré por alejarles las desgracias y las  calamidades.

5. Si quieren tener felicidad y santidad, hagan lo que Jesús les dice. O sea, lean el evangelio y traten de practicar lo que allí les recomienda Nuestro Señor. Si así lo hacen, yo rogaré por ustedes ahora y en la hora de su muerte.


Elías en el Carmelo, como Jesús en Getsemaní. Humildad, sacrificio, oración sencilla, confiada, perseverante. Así se consigue la redención humana. Doblemos nuestras rodillas, humillemos nuestro orgullo. Oremos con Jesús, con María, con Elías


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