Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 24 de septiembre de 2022

PARA LA VISITA A NUESTRA MADRE MARÍA

 

Los que obran por Mí, no pecarán (Eccli., 24,30) Los que me esclarecen tendrán vida eterna (Eccli., 24. 31), dice María. Los que se esfuerzan por darme a conocer y amar a los demás serán predestinados. Promete, siempre que puedas, hablar, en público o en privado, de las glorias de la devoción a María.


¡Oh Soberana mía, oh Madre de mi Salvador!, Vos sois bienaventurada entre todas las mujeres, pura entre todas las vírgenes, Reina de todas las criaturas. He aquí que todas las naciones os llaman por excelencia bienaventurada. Haced que yo publique vuestra grandeza cuando pueda publicarla, que os ame cuando amaros, que os invoque cuando pueda invocaros, que contribuya a hacer que os honren cuanto a ello puedan contribuir mis fuerzas, mi celo, mi amor. Quisiera ver todo el universo prosternado a vuestros pies, todo los corazones abrasados en vuestro amor, y que todos amasen a vuestro divino Hijo como Vos lo amasteis en este mundo y le ameréis por toda la eternidad. Instantemente os pido para mí esta gracia, aunque yo sea indigno de obtenerla. Así sea.

 San Ildefonso



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