La capital jienense venera desde hace cinco siglos una talla
policromada del siglo XV conocida bajo la advocación de Nuestra Señora de la Capilla, reconocida
oficialmente como la Patrona
de Jaén. La imagen no está consagrada en un templo dedicado a su advocación,
sino que recibe culto en una capilla que alberga la parroquia de San Ildefonso.
La leyenda dice que le noche del 10 al 11 de junio de 1430 la Virgen bajó del cielo y
recorrió las calles de la ciudad en compañía de un cortejo celestial, deteniéndose
tras la iglesia en la que recibe culto, donde celebró maitines. Tal prodigio se
refrendó en documento público elevado ante notario por los cuatro testigos presénciales,
dos hombres y dos mujeres.
El culto a Nuestra Señora de la Capilla se extendió rápidamente
por la ciudad. Cada día 11 de junio se celebra, desde el siglo XV, el aniversario
de su aparición, con una solemne procesión y honores rendidos por el cabildo
catedralicio y municipal.
La Cofradía
encargada de su culto remonta sus estatutos al siglo XVI, y recibió la dignidad
de Real cuando en 1926 se reunieron en una sola todas las hermandades de la
ciudad y Alfonso XIII distinguió esta asociación.
Prueba de la extensión de la devoción a Nuestra Señora de la Capilla puede ser esta
breve y resumida referencia de cuantos personajes se han postrado a los pies de
la imagen coronada canónicamente el 11 de junio de 1930 y recoronada en 1953 en
la fecha de s aniversario: Felipe II, la Infanta Isabel, San Antonio María
Claret y otras muchas personalidades que sería imposible nombrar.
La imagen de Nuestra Señora de la Capilla representa al Niño
en su brazo izquierdo, al que parece acunar, y con la mano derecha sosteniendo
un sable. Sobre su pedestal está la representación de la luna y alude
claramente al simbolismo de su victoria sobre el infiel, atribuida por aquella época
en gran medida a su intercesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.