Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 20 de junio de 2020

PARA LA VISITA A NUESTRA MADRE MARÍA

"Os amo, Señora amabilísima, y por el amor que os tengo, prometo serviros siempre y hacer cuanto pueda para que también seáis amada de los demás"

Virgen Santísima Inmaculada y Madre mía María, a Vos que sois la Madre de mi Señor, la Reina del mundo, la abogada, la esperanza, el refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más miserable de todos. Os venero, ¡oh gran Reina! y os doy gracias por todos los favores que hasta ahora me habéis hecho, especialmente por haberme librado del infierno, que tantas veces he merecido. Os amo, Señora amabilísima, y por el amor que os tengo, prometo serviros siempre y hacer cuanto pueda para que también seáis amada de los demás. Pongo en Vos toda mi esperanza, toda mi salvación; admitidme por siervo vuestro, y acogedme bajo vuestro manto, ¡oh Madre de Misericordia! Y ya que sois tan poderosa ante Dios, libradme de todas las tentaciones o bien alcanzadme fuerzas para vencerlas hasta la muerte. Os pido un verdadero amor a Jesucristo. Espero de Vos tener una buena muerte. Madre mía, por el amor que tenéis a Dios os ruego que siempre me ayudéis, pero más en el último instante de mi vida. No me dejéis hasta que me veáis salvo en el cielo, para bendeciros y cantar vuestras misericordias por toda la eternidad. Así lo espero. Así sea.

San Alfonso María de Ligorio

A los fieles que rezaren devotamente esta oración delante de una imagen de la Virgen, se les concede:
Indulgencia de tres años.
Indulgencia plenaria, en las condiciones de costumbre, si se reza esta oración, durante un mes entero, todos los días. (Pío IX, Rescr. Manu Propr., 7 sept. 1854; S. Pen. Ap., 18 mayo 1934.)



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