“Fue una muerte de amor, una
muerte más dulce que la vida, la que pone fin al inmenso dolor que María sufre
en toda su vida”
“Alegrémonos en Dios por el
espléndido triunfo de María, nuestra Reina y nuestra Madre”
“Podéis alegraros de las
glorias de María en el Corazón Santísimo de Jesús y amarla por medio de este
Divino Corazón”
“Alegraos con María, gozaos
íntimamente al ver que todas sus penas, todos sus sufrimientos, se han
terminado”
“Quien más quiere complacer a
María, más debe humillarse, porque María fue la más humilde de todas las
criaturas”
“Meditad a menudo los dolores
de nuestra Divina Madre, Dolores inseparables a los de su Divino Hijo”
“Si vais al Crucifijo,
encontraréis a la Madre, porque donde está la Madre también está el Hijo”
“Unid los Dolores de Jesús a
los de María y sumergiéndoos en estos sufrimientos haceos una unidad entre el
dolor y el amor, y entre el amor y el dolor”
“¡Oh, tiernísima Madre, María,
cuál sería vuestro Dolor viéndose privada de vuestro querido Hijo, y después,
viéndolo sin vida en vuestros brazos!”
“¡Ah, cuál no sería la
tristeza de María cuando volvió a Betania después de la sepultura de su Hijo!”
“Si María Dolorosa no muere es
de milagro. Ella está toda inmersa en los padecimientos de Jesús. ¡Imitadla!”
“Dejaos inundar del océano de
los sufrimientos de Jesús y de María. Permaneced a los pies de la Cruz”
San Pablo de la Cruz
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