“Rogad a María que bañe
vuestro corazón con sus lágrimas dolorosas, con el fin de que tengáis un
continuo recuerdo de la Pasión de Jesús y de sus penas maternales”
“Rogad a la Santísima Virgen
María que os dé la perseverancia en el Santo Amor de Dios, la fuerza y la
resignación en los sufrimientos”
“Cuando el demonio os persiga,
no temáis, tened confianza en Dios y en la Santísima Virgen”
“¡Ah, tierna Madre María,
habéis sido presa del dolor! Y ¿No habrá ninguno que compadezca vuestras penas?
“Elegid a vuestra gran
protectora, la Virgen Dolorosa, y no dejéis de recurrir a su ayuda maternal”
“Quisiera rebajarme a causa de
los Dolores de María para merecer entrar un día en su dulcísima compañía”
“Volad en espíritu al Corazón
Dolorido de Jesús y encerraos por dentro con llave de oro del Divino Amor,
confiando esta llave al Corazón de María”