sábado, 25 de julio de 2020

PARA LA VISITA A NUESTRA MADRE MARÍA

Causa de nuestra alegría, ¡rogad por nosotros!

Fuente muy preciosa para nosotros es María, nuestra Madre, tan rica en bienes y gracias, dice San Bernardo, que no hay hombre en el mundo que no participe de ellos. Dios llenó de gracias a María Santísima, como la saludó el Ángel: “Dios te salve, llena de gracia (Lc., 1, 28) Y San Pedro Crisólogo añade que estuvo llena de gracias no para Ella sola, sino también para nosotros, a fin de que del abismo de aquellas gracias participaran todos sus devotos.




¡Oh María, oh Virgen por excelencia, siempre Pura, siempre Inmaculada! ¡Oh Madre de mi Dios! Vos estáis elevada por encima de todos los santos, Vos sois el consuelo de los afligidos, el refugio de los pecadores, la esperanza de los justos. Por Vos tenemos acceso a Dios, ¡oh Reina y Soberana de los Ángeles! Acogedme entre los brazos de vuestra misericordia; compadeceos de nosotros y de nuestras miserias. Nos hemos entregado a Vos y consagrado a vuestro servicio; tenemos la dicha de llevar el nombre de siervos vuestros. No permitáis que el enemigo de nuestra salvación nos aparte jamás de Vos y de vuestro Divino Hijo para precipitarnos en los abismos eternos. Nos refugiamos, Virgen Santa, bajo vuestra poderosa protección; hacednos sentir sus saludables efectos; obtenednos, sobre todo, un ardiente amor a Dios y la perseverancia en este santo amor.

San Efrén



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.