Vos sois mi Madre, Virgen María; defendedme para que jamás ofenda a vuestro amadísimo Hijo, y haced que siempre y en todas las cosas le complazca
Indulgencia de trescientos días
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Dios Padre creó un depósito de todas las aguas, y lo llamó mar. Creó un depósito de todas las gracias, y lo llamó María.
El Dios omnipotente posee un tesoro o almacén riquísimo en el que ha encerrado lo más hermoso, refulgente, raro y precioso que tiene, incluido su propio Hijo. Este inmenso tesoro es María, a quien los santos llaman el tesoro del Señor, de cuya plenitud se enriquecen los hombres.
San Luis Mª Grignion de Montfort, "Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen"
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