Oh, Corazón dulcísimo de mi Madre concededme vivir dignamente, aquí en la tierra, a fin de merecer la inefable dicha de ir a celebrarlo a vuestro mismo lado en el Cielo. Amén, amén.¡Oh, Corazón de María, Templo de la Beatísima Trinidad, amabilísimo sobre todos los corazones humanos, amantísimo más que el de todas las madres, puro más que los cielos, santo más que los espíritus de la gloria, imagen perfectísima del Corazón de vuestro Hijo! ¡Quién pudiese tributaros todo el honor a que os hacen acreedor vuestras excelencias y grandezas! ¡Quién pudiese abrazarse en las llamas de vuestro amor como merece vuestra incomparable amabilidad! ¡Quién pudiese desagraviaros de las injurias de que os han hecho y se os están haciendo por los enemigos de vuestro santísimo Hijo, que son también enemigos nuestros!Más no siéndome posible en mi pequeñez cumplir con Vos los deberes que me impone la justicia, la gratitud y el amor, os ofrezco los honores que os han tributado en todos los tiempos los Santos en la tierra y los Ángeles en el cielo, y sobre todo lo que os rindió en su vida mortal y os rinde en su vida gloriosa vuestro Hijo Jesucristo; os ofrezco el amor que ellos os han profesado, os profesan y os profesarán por toda la eternidad, para suplir la insuficiencia de mi amor, para reparar mis tibiezas y descuidos en vuestro servicio y consolar a vuestro Corazón, tan ofendido y menospreciado por muchos de vuestros mismos hijos.
sábado, 25 de septiembre de 2021
COLOQUIOS CON NUESTRA MADRE
sábado, 11 de septiembre de 2021
SÚPLICA A NUESTRA MADRE DE LOS DOLORES
sábado, 4 de septiembre de 2021
PRIMER SÁBADO DE MES/EL INMACULADO CORAZÓN DE NUESTRA MADRE MARÍA y III
Oh, Corazón de mi dulce Madre, pues yo no puedo reparar dignamente tantas injurias, ruego que lo hagan por mí los Santos y los Ángeles de la gloria, a los cuales me uno también con deseo de amaros y ensalzaros como ellos os aman y ensalzan.
Desagraviemos al Corazón de María.- Considera cómo aunque el
Corazón de María es digno de la veneración de todas las criaturas y del amor de
todos los corazones, no todos le veneran, no todos le aman.
El infierno, lleno de rabia y
furor contra la Mujer fuerte que quebrantó su poder y humilló su orgullo, no
cesa de suscitar entre los hombres enemigos a la Virgen para vengarse de ella del
modo que le es posible.
Y muchos hombres
¡desgraciados! Se prestan a esta obra de iniquidad, y niegan los privilegios y
prerrogativas de María, y, desprecian su culto, blasfeman su Nombre Benditísimo,
y profanan sus imágenes y de otros mil modos desahogan el odio y despecho que sienten
contra Ella. Ellos no lograrán, es cierto, disminuir un punto la gloria de
María, ni amenguar su amor en el corazón de los verdaderos fieles; más entre
tanto nuestra amabilísima Madre es ofendida, y su Corazón amantísimo es blanco
de continuas saetas que se clavan en Él, y lo atraviesan. Si este mes de agosto
es el momento de grandes demostraciones de amor al Corazón de María, es también
el tiempo de los grandes desagravios por las ofensas que recibe: todo ha de ir
dirigido a tan santo y noble fin.
Padre Ribera