sábado, 14 de septiembre de 2019

A LA MISERICORDIA DE NUESTRA MADRE


¡Oh Virgen Bienaventurada y Misericordiosa!, que no se hable más de tu Misericordia si hay acaso un solo hombre que, habiendo rogado a Ti en sus penas, recuerde haberos encontrado insensible a su petición. Siempre exaltaremos tus virtudes, pero por sobre todas apreciamos la Misericordia, ya que somos miserables y pecadores. A tu Misericordia, tan dulce para los desdichados, le dirigimos nuestras oraciones fervorosas.

Colección de Oraciones de la
Condesa de Flavigny





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