EL
NACIMIENTO
Gloria in excelsis Deo: et in terra pax hominibus bonæ voluntatis |
Oración.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario!
¡María, Madre mía, Salve!; a tus pies humildemente postrado me hallo para
ofrendarte una corona de Rosas, blancas flores en memoria de tus gozos, cada
flor te recordará un misterio; cada diez flores van con mi petición para una
gracia particular.
¡Oh Excelsa Reina!,
dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti acuden. Vos
no podéis menospreciar esta ofrenda, con la cual van unidas mis peticiones. Al
recibir estas ofrendas, recibe, asimismo, mis peticiones: de tus grandes
misericordias espero la gracia y favores que con confianza te lo pido.
Cuanto te pido, lo recibiré, y
demuestra que eres mi Madre.
EL NACIMIENTO
¡Dulce Madre María!, meditando
en el Misterio de la Natividad de Nuestro Señor, que es cuando llegado el
tiempo, ¡Oh Santa Virgen!, nació el Redentor del mundo, en un pesebre en Belén,
mientras los Ángeles llenaban los cielos con el cántico, "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de
buena voluntad".
Yo, humildemente te ofrezco: 1
Padrenuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria
Uno a estas diez rosas mi
petición, para poseer la virtud de Apartarme de las cosas del mundo y
reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.
Acción de Gracias.- ¡Dios te Salve María, Reina del Santo Rosario,
Madre mía!, ¡Salve! Humildemente me postro a tus pies para ofrendarte una
corona de Rosas blancas flores en memoria de tus gozos, cada flor te recordará
un misterio, cada diez flores van con mi petición de una bendición.
¡Oh Excelsa Reina,
dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a Ti claman! Vos no
podéis mirar mis ofrendas sin atender a mis súplicas. Recibe mi ofrenda y
recibe también mi agradecimiento; por tu bondad, dame la ayuda que confiado
espero en Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.