sábado, 10 de marzo de 2018

ORACIÓN CONFIADA PARA PEDIR LA PROPIA CONVERSIÓN

Tú eres la criatura más excelsa del mundo, pues sobre Ti sólo está Dios

¡Santa y Celestial Niña! Tú que eres la elegida por Madre de mi Redentor y la Augusta Medianera de los pobres pecadores, ¡ten piedad de mí! Mira postrado a tus pies a otro ingrato, que a Ti recurre en demanda de piedad. Verdad es que por mis ingratitudes contra Dios y contra Ti, merecía ser de Dios y de Ti desamparado; pero oigo decir y así lo siento, sabiendo que es inmensa tu misericordia, que no te niegas a ayudar al que a Ti se encomienda confiado.

Tú eres la criatura más excelsa del mundo, pues sobre Ti sólo está Dios, y ante Ti, son pequeños los más encumbrados de los cielos; María, la más Santa entre los santos, abismo de gracias y llena de gracia, socorre a un miserable que la ha perdido por su culpa. Yo sé que eres tan amada de Dios, que Él nada te puede negar. Y sé también que disfrutas empleando toda tu grandeza en aliviar a miserables pecadores. Hazme ver, Señora, el gran poder que tienes ante Dios consiguiéndome una luz y una llama divina tan potente, que me transforme de pecador en santo, y que, arrancándome de todo afecto terreno, me inflame del todo en el divino amor. Señora, hazlo, por amor de ese Dios que te ha hecho tan grande, tan poderosa y tan piadosa. Así lo espero, así sea.




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