sábado, 17 de marzo de 2018

A TI MADRE SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

¡Oh Virgen Dolorosa!, por el dolor que sufriste cuando el anciano Simeón te profetizó las contradicciones con que el mundo había de perseguir a tu Hijo, te suplico no permitas que yo me encuentre entre los mundanos enemigos de tu Hijo

¡Oh Virgen Dolorosa!, por el dolor que tuviste cuando viste a Jesús clavado en la Cruz, concédeme que yo me aproveche de los frutos de su Pasión, que sea un cristiano verdadero, crucificado con Cristo, y que considere como una honra el padecer y sufrir algo por ser cristiano y practicar las virtudes cristianas.


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