sábado, 20 de enero de 2018

ORACIÓN DE CONFIANZA EN MARÍA

Merezco, lo sé, que me deseches, pero te ruego que contemples lo que ha hecho y padecido tu Hijo por mí

¡Reina mía Soberana, digna de mi Dios, María! Al verme tan vil y cargados de pecados, no debiera atreverme a acudir a Ti y llamarte madre.

Merezco, lo sé, que me deseches, pero te ruego que contemples lo que ha hecho y padecido tu Hijo por mí; y después me deseches si puedes.

Soy un pecador que, más que otros, ha despreciado la Divina Majestad; pero el mal está hecho.

A Ti acudo que me puedes auxiliar; ayúdame, Madre mía, y no digas que no puedes ampararme, pues bien sé que eres poderosa y obtienes de tu Dios lo que deseas. Si me dices que no puedes protegerme, dime al menos a quién debo acudir para ser socorrido en mi desgracia y dónde poder refugiarme o en quién pueda más seguro confiar.

Tú, Jesús mío, eres mi padre; y Tú mi madre, María. Amas a los más miserables y los andáis buscando para salvarlos. Yo soy reo del infierno, el más mísero de todos. Pero no tienes necesidad de buscarme; ni siquiera lo pretendo. A vosotros me presento con la esperanza de no verme abandonado.

¡Vedme a vuestros pies, Jesús mío, perdóname! ¡María, Madre mía, socórreme!

"Las Glorias de María"
San Alfonso María de Ligorio


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