sábado, 21 de septiembre de 2013

REINA DE LOS MÁRTIRES

¡Oh Santa Madre de Dios, grabad profundamente las llagas de Jesús en mi corazón!
Virgen Santísima y Reina de los Mártires, María, recibid el homenaje más sincero de mi amor filiar. Acoged en vuestro Corazón, atravesado por tantas espadas, a mi pobre alma. Recibidla por compañera de vuestros dolores junto a la Cruz, en la cual murió Jesús por la redención del mundo. Con Vos, Virgen dolorida, sufriré gustoso todas las angustias, las contradicciones y las enfermedades con las cuales el Señor se complacerá en visitarme. Todo os lo ofrezco en memoria de vuestros dolores, de suerte que todos los pensamientos de mi mente y todos los latidos de mi corazón sean un acto de compasión y de amor a Vos; y Vos, dulce María, tened compasión de mí, reconciliadme con vuestro Divino Hijo Jesús, conservándome en su gracia y asistiéndome en la última agonía, para poder llegar al cielo a cantar vuestras glorias. Así sea.

Indulgencia de quinientos días. (S. C. de Indul., 20 mar. 1887; S. Pen. Ap., 19 mayo 1934 y 18 jun. 1949) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.