El Papa León XIII pidió al universo católico que aprovechara
el mes de octubre para aumentar en nosotros, y en nuestro entorno, la devoción
del Santo Rosario, poderoso medio para despertar nuestra fe, santificarnos y
obtener el triunfo y la paz para la
Iglesia, frente a los ataques furiosos de la Revolución para la
destruirla.
León XIII quería que cada fiel rece por la mañana la primera
parte del Santo Rosario, durante el día la segunda parte, y por la noche en la iglesia
o en familia la tercera parte, seguida de las letanías de la Santísima Virgen
y de la oración de San José*, Patrono de la Iglesia Universal.
Es muy conocido cuán a menudo vino luego Nuestra Señora para
pedir a todos el rezo diario del Santo Rosario, particularmente en Fátima.
*ORACIÓN A SAN JOSÉ
A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado
José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima esposa,
solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió
a la Virgen
Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que
profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la
herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con
vuestro poder en nuestras necesidades.
Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada Familia,
al linaje escogido de Jesucristo; preservadnos, Padre amantísimo, de todo
contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo,
oh, poderosísimo Protector nuestro! en el combate que al presente libramos con
el poder de las tinieblas, y del mismo modo que en otra ocasión librasteis del
peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de
Dios de las asechanzas del enemigo y de toda adversidad. Amparad a cada uno de
nosotros, con vuestro perpetuo patrocinio, a fin de que, siguiendo vuestros
ejemplos y sostenidos con vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir
piadosamente, y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén.
Su Santidad concede una indulgencia de siete años y siete
cuarentenas por cada vez que devotamente se rezare esta oración.