Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 22 de diciembre de 2018

ORACIONES DE LOS SANTOS A NUESTRA MADRE MARÍA

¡Oh gloriosísima Virgen! ¡Dignaos hacer que mi corazón se abrase siempre en vuestro amor y que mi alma sea siempre vuestra!

¡Oh María!, no me rehuséis vuestro socorro. Pero, ¿cómo podríais rehusármelo si sois la Reina de la Misericordia? ¿Quién si no los miserables son el objeto de vuestra piedad? Y yo que soy el más miserable de todos necesito más que nadie de vuestra protección. Muchas son mis ofensas; pero la grandeza de vuestra clemencia excede a la de mi malicia, y esta no os impedirá socorrerme. Nada hay que os resista; porque el Creador de todas las cosas, que lo es también vuestro, os ha honrado como a su Madre, haciendo que vuestra gloria sea la suya propia. Tened, pues, piedad de nosotros y haced que nos salvemos. Amén.

San Bernardo




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