Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

lunes, 30 de julio de 2018

¡OH MADRE DEL CARMEN!

¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores!, y especial Protectora de los que visten tu Sagrado Escapulario, ¡ruega por nosotros!


¡Oh Virgen del Carmen María Santísima! que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del Santo Escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del Santo Escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…



sábado, 28 de julio de 2018

EL AMOR A MARÍA

Si soy, pues, tan diferente de Ti, ¿es señal de que no te amo? 

¡Madre mía! Tu belleza enamoró a Dios y le hizo descender del cielo a tu seno, y yo ¿podré vivir sin amarte? No, no descansaré hasta amarte verdaderamente, con un amor constante y tierno hacia Ti, Madre mía. Sí, quiero amarte, dulcísima Madre, quiero amarte, pero al mismo tiempo tengo miedo de no amarte, porque sé que el amor hace semejante al amante y al amado… Si soy, pues, tan diferente de Ti, ¿es señal de que no te amo? ¡Tú tan pura, yo tan impuro! ¡Tú tan humilde, yo tan soberbio! ¡Tú tan santa, yo tan pecador! Pero, Madre mía, esto es lo que tienes que hacer Tú, pues me amas: hacerme semejante a Ti. Tú puedes cambiar los corazones; toma el mío y cámbialo. ¡Muestra al mundo cuánto puedes para favorecer a los que Tú amas! ¡Hazme santo, hazme digno hijo tuyo!

San Alfonso



jueves, 26 de julio de 2018

IMITACIÓN DE MARÍA PARA IMITAR A JESÚS

Imitar a María es imitar a Jesús


Otro aspecto de la vida mariana es la imitación de María. Jesús es el camino que conduce al Padre; Él es el único modelo; pero ¿quién más semejante a Jesús que María? ¿Quién poseyó con más profundidad que María los mismos sentimientos de Cristo?

“¡Oh Señora! -exclama San Bernardo- Dios mora en Ti y Tú en Él. Tú le revistes con la substancia de tu carne y Él te reviste con la gloria de su Majestad”. Al encarnarse y habitar en el seno purísimo de la Virgen, Jesús la revistió de sí, le comunicó sus perfecciones infinitas, le infundió sus sentimientos, sus deseos, su querer; y María, que se abandonó totalmente a aquella acción profunda de su Hijo, fue transformada plenamente en Él, hasta ser su más fiel retrato. “María -canta la liturgia- es la imagen perfectísima de Cristo, pintada al vivo por el Espíritu Santo”.

El Espíritu Santo, que es el espíritu de Jesús, se posesionó totalmente del alma purísima y dulcísima de María, y esculpió en ella, con una perfección y delicadeza sumas, todas las líneas, todas las características del alma de Cristo; con razón se puede decir que imitar a María es imitar a Jesús. Precisamente por esto nosotros la elegimos por modelo. Del mismo modo que no amamos a María por sí misma, sino en orden y en unión con Cristo, de quien es Madre, así tampoco la imitamos en sí misma, sino con relación a Cristo, de quien es imagen perfectísima. Jesús es el único camino que lleva al Padre, y María es el camino más seguro y más fácil para ir a Jesús. Al encarnar en sí las perfecciones del Padre, Jesús nos hizo posible su imitación. María, modelando en sí las perfecciones de Jesús, nos las ha hecho más accesibles, nos las ha puesto más a nuestro alcance. Por otra parte, nadie podrá decir con mayor sinceridad y verdad que María: “Sed imitadores míos, como yo lo soy de Cristo” (I Cor. 4, 16). Como Jesús vino a nosotros a través de María, así tenemos que ir nosotros a Jesús por medio de María.



miércoles, 18 de julio de 2018

UN PEQUEÑO PENSAMIENTO SOBRE NUESTRA SANTA MADRE MARÍA


Cuando el conocimiento y el reinado de Jesucristo se extiendan por el mundo, no será más que una consecuencia necesaria del conocimiento y del reinado de la Santísima Virgen María, que lo trajo al mundo la primera vez y lo hará resplandecer la segunda.

San Luis Mª Grignion de Montfort



lunes, 16 de julio de 2018

PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN

PRODIGIO EN LA BAHÍA DE CÁDIZ, OBRADO POR LA VIRGEN DEL CARMEN, MEDIANTE SU BENDITO Y MILAGROSO ESCAPULARIO 


El agraciado con la protección misericordiosa de la Virgen Santísima del Carmen, manifestada a través de su Santo Escapulario, fue un joven marinero, natural de Salamanca y domiciliado en la calle de Fontana número seis, el cual, habiendo ido en las Navidades del año 1948 a disfrutar de un permiso cerca de sus padres, quiso antes protegerse con el Santo Escapulario de María Santísima del Carmen.

Se encaminó la tarde antes de partir, en unión de su prometida, al Carmen de Abajo, de Salamanca, para recibir ambos la gloriosa librea del Santo Escapulario, que les impuso el Rvdo. P. Fr. Manuel Ibáñez, Superior entonces de dicha residencia. Antes de despedirles les insistió el P. Superior: “Sé siempre muy devoto dela Santísima Virgen del Carmen. Ya sabes que es Patrona especial de los marineros. Si te pasara algo procura asirte con todo fervor a este áncora del Escapulario e invoca con gran fervor a nuestra Madre del Carmen, que Ella te salvará”.

Y así fue. A los cinco días ya estaba nuestro marino en aguas de Cádiz y a bordo del “Artabro”. La mar estaba revuelta y con fuerte marejada. Era, además, de noche y noche cerrada. El joven marinero tiene la desgracia de caer desde cubierta al agua, en uno de los fuertes vaivenes de la embarcación. Lucha con denuedo contra el oleaje embravecido. Forcejea por hacerse ver u oír del resto de la dotación. Todo en vano. En medio de su angustioso y mortal peligro sólo una cosa le infunde confianza en su salvación: el Escapulario que ha pocos días que lleva.

Aclama insistentemente a la Virgen y besa con encendida y esperanzada fe su Escapulario, que de vez en vez lleva el oleaje y el viento hasta sus labios. Lleva diez horas luchando con la mar. Por fin, tras una lucha más que titánica contra los elementos, logra arribar a tierra, lanzado por una ola gigante, que él diría la impulsaba y dirigía la diestra de la Virgen Santísima para salvarle.

Lo cuenta él mismo emocionado, en una carta sentidísima, a su anciana madre, que acude inmediatamente a la misma iglesia del Carmen de Abajo para dar fervientes acciones de gracias a la Virgen Santísima y rogar que también a ella se le imponga, como a su hijo del alma, el Santo Escapulario.

Y para mayor gloria de nuestra madre del Carmen y aumento de la devoción a Ella y a su bendito Escapulario, lo transcribimos de la “Gaceta Regional de Salamanca”.

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C



¡OH MADRE DEL CARMEN!


¡Oh Virgen del Carmen María Santísima!, que para defender a los Carmelitas, tus hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del Carmen, mostrando siempre el amor y singular predilección con que los amparas, mandaste al Sumo Pontífice, Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto, dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu Divino Hijo, la repentina muerte de dos que especialmente la contradecían. Te ruego, Señora, me defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz viva siempre en el santo servicio de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…



sábado, 14 de julio de 2018

¡OH MADRE DEL CARMEN!

Te ruego, Señora, me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma


¡Oh Virgen del Carmen María Santísima!, que para mostrar tu especialísimo amor a los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y hermanos tuyos, alentando con tan singular favor su confianza, para buscar en Ti, como en amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus necesidades y aflicciones, moviéndoles a la imitación de tus excelsas virtudes. Te ruego, Señora, me mires, como amorosa Madre y me alcances la gracia de imitarte, de modo que dignamente pueda yo ser llamado también hijo tuyo, y que mi nombre sea inscrito en el libro de la predestinación de los hijos de Dios y hermanos de mi Señor Jesucristo. Así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…



martes, 10 de julio de 2018

ORACIONES DE LOS SANTOS A NUESTRA MADRE MARÍA

¡Oh gloriosísima Virgen! ¡Dignaos hacer que mi corazón se abrase siempre en vuestro amor y que mi alma sea siempre vuestra!


¡Oh, Santa Madre de Dios, esperanza de los hombres! El precio de mi salvación está ya satisfecho; mi Salvador ha dado por ella toda su Sangre, cuando con una sola gota bastaría para rescatar millones de mundos. Solo falta que el Divino Redentor me adjudique el mérito de esa preciosa Sangre. A Vos, Santísima Virgen, recomiendo mi alma, para que no la arrebate el enemigo. Amén.

San Alfonso Mª de Ligorio




miércoles, 4 de julio de 2018

PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN

SE APARECE UN ALMA DEL PURGATORIO Y DEPONE COMO TESTIGO CALIFICADO SOBRE LA VERDAD Y UTILIDAD DE ESTA SANTA INDULGENCIA SABATINA

Te ruego, Señora, me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas y llorarlas para saber como debo comportarme a fin de servirle con toda perfección


En la ciudad de Barcelona, nos dice el doctísimo Daniel de la Virgen María, murió por el año 1620 la Srta. Catalina Bosser, doncella muy devota y recogida, y luego de transcurridos cuatro meses se apareció a una prima suya, llamada Magdalena Nicolás. Esta última, muy medrosa y timorata, después de grandes sobresaltos y pavorosos miedos, concediéndole Dios la gracia que da en semejantes casos para no dejarse alucinar ni seducir del enemigo, con gran paz de conciencia tuvo la dicha de recibir la visita o aparición de su prima Catalina, la cual le manifestó que llevaba ya cerca de cinco meses sufriendo horribles tormentos en las llamas expiatorias del Purgatorio, por ciertas mandas y promesas que había dejado de cumplir en vida, rogándole le ayudase con sus oraciones y caridades a salir cuanto antes de aquel fuego abrasador.

Tomó desde luego a su cargo, la piadosa doncellita Magdalena, el cumplir por su querida prima todo cuanto le había revelado en la visión, y cuál no sería su asombro cuando al cabo de seis días se le volvió a aparecer para darle las gracias por su caridad y diligencia en socorrerla. Magdalena, más respuesta ya de sus sustos y sobresaltos anteriores, interrogó a su prima por el estado en que se encontraba una hermana suya, que hacía pocos días que falleciera en Cerballón. Con inmenso júbilo le respondió la prima que el alma de su hermana había volado al cielo el sábado inmediato a su fallecimiento, por virtud del privilegio sabatino, que como fervorosa cofrade lograra merecer. Y añadió después: Vos, hija mía, tomad y llevad con fervor el Santo Escapulario, pues yo no lo llevaba y por esto me he visto en tan grandes tribulaciones e indecibles tormentos. Dichosos, hija mía, aquellos que le visten, pues es gran verdad que por los ruegos e intercesión de María Santísima vuelan las almas de sus cofrades al cielo en el primer sábado después de su muerte.

Quedó consoladísima Magdalena con esta aparición, y tan inflamada en santo ardor y celo por la devoción y el culto a la Virgen Santísima del Carmen y a su bendito y milagroso Escapulario, que fue el mayor apóstol en sus tiempos de esta devoción. Manifestó después Magdalena, al Ordinario, estas apariciones, el cual, luego de examinar su santa vida y seriedad y caridad ardiente, que hacían piadosamente creíbles sus afirmaciones, interpuso su jurídica autoridad y permitió que se imprimiesen en Barcelona estos hechos o apariciones para gloria y alabanza de nuestra Madre dulcísima del Carmen, que así se digna favorecer a sus devotos.

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen,
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.




lunes, 2 de julio de 2018

VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN A SANTA ISABEL

¡Qué dulce es pensar que por medio de la Santísima Virgen quiso Jesús llevar a cabo la primera santificación de las almas como lo hizo con santa Isabel y su hijo! 


Tres meses estuvo el Arca de la Alianza en casa de Obededón y Dios bendijo a aquella casa derramando sobre ella gracias y prodigios inmensos. ¿Qué extraño, por consiguiente, que en la casa de Zacarías donde estuvo otros tres meses el Arca Divina llena del Maná del Cielo, la colmara el Señor de bendiciones? Veamos cómo así fue con Santa Isabel y San Juan.

La Visitación en Santa Isabel.- ¡Qué dulce es pensar que por medio de la Santísima Virgen quiso Jesús llevar a cabo la primera santificación de las almas como lo hizo con santa Isabel y su hijo! Comprende, pues, de una vez, que la santificación de tu alma tampoco la llevará a cabo el Señor sino en la medida que tú te entregues a María.

Considera después el recibimiento que haría santa Isabel a su prima. ¡Qué gusto! ¡Qué alegría! ¡Qué satisfacción! Nunca había sentido nada semejante. Imagínate cómo la agasajaría y qué de cosas inventaría para hacer a la Virgen agradable su estancia en aquella casa. ¿Qué hubieras hecho en semejante ocasión? ¿No te da una santa envidia esta mujer que tiene la suerte de ser la primera en ofrecer sus obsequios a María? ¿No será mejor imitarla? También la Virgen quiere visitar tu corazón, morar en tu alma. ¿Te acuerdas de agasajarla? ¿O la dejas sola sin pensar que la tienes dentro de ti? Cuando así obras, bien comprendes que cometes una grosería incalificable.

Atiende a María, acompaña a María, sirve a María. ¡Estar al servicio de María! ¡Ser útil a la Santísima Virgen! Piensa bien lo que esto significa y verás qué pensamiento más dulce y más práctico.

Fue llena del Espíritu Santo.- Apenas María saludó a santa Isabel cuando ésta quedó llena del Espíritu Santo. ¡Oh palabras fecundas de María! ¡Qué eficaces son, pues un simple saludo suyo ya sirve para llenar de gracia y santidad a aquella alma! Como las flores derraman por todas partes su aroma, así María derrama y comunica a quien Ella se acerca, la gracia y hermosura de que está repleta.

Pídele que guarde para ti alguna de esas palabras suyas que te santifiquen, que no las emplee todas con otras almas, aunque las merezcan y aprovechen mejor que tú, que precisamente por tu gran miseria, necesitas más que otras de Ella y que confías no te dejará.

Piensa además cómo han de ser las palabras que salgan de tu boca, palabras de edificación y santificación para el prójimo; nunca palabras ociosas, inútiles, perjudiciales, que desedifiquen o contribuyan a hacer pecar o faltar en algo a los demás.



domingo, 1 de julio de 2018

¡OH MADRE DEL CARMEN!

Te ruego, Señora, me alcances de su majestad copiosas lluvias de auxilios, para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, a fin de que sirviéndole con perfección en esta vida, merezca gozarle en la eterna


¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con singular amor el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los primeros que en tu honor edificaron un templo en el Monte Carmelo, donde concurrían fervorosos a darte culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances sea mi alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes, donde El habite siempre amado, adorado y alabado por mí, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia...