Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

viernes, 21 de noviembre de 2014

21 DE NOVIEMBRE, PRESENTACIÓN DE MARÍA EN EL TEMPLO


Te consagro, pues, ¡oh Reina!, mi mente a fin de que piense siempre en el amor que mereces, mi lengua para que te alave, mi amor para que te ame. Acepta, ¡oh Virgen Santísima!, la ofrenda que te presenta este mísero pecador; acepta, te lo suplico, por aquel consuelo que sintió tu corazón en el Templo cuando te entregaste a Dios. Y si tarde me pongo a tu servicio, es conveniente que resarza el tiempo perdido redoblando los obsequios y el amor. ¡Oh Madre de misericordia! Ayuda a mi debilidad con tu poderosa intercesión e impétrame de tu Jesús la perseverancia y la fuerza para serte siempre fiel hasta la muerte; y haz que, sirviéndote siempre en esta vida, pueda llegar a alabarte eternamente en el cielo

San Alfonso María de Ligorio


Pidamos a María, presentada en el Templo, que tome en sus manos maternales nuestra pobre ofrenda, que la remoce y complete con la suya, tan pura y perfecta, que la incluya y esconda en la suya, tan grande y generosa, a fin de que así purificada y renovada pueda ser agradable a Dios.




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