Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

jueves, 21 de noviembre de 2013

21 DE NOVIEMBRE, PRESENTACIÓN DE MARÍA EN EL TEMPLO

“Oye, hija, mira y tiende tu oído y olvida tu pueblo y tu casa paterna” (Sal. 44, 11)

¡Oh María!, presenta Tú mi ofrenda y mi vida al Señor 
¡Oh amada de Dios, amabilísima niña María! Ojalá pudiese hoy ofrecerte los primeros años de mi vida, para dedicarme todo a tu servicio, ¡Santa y Dulcísima Señora mía!, así como Tú te presentaste en el Templo y te consagraste toda a la gloria y al amor de tu Dios. Pero no llego a tiempo, después de haber perdido tantos años en servir al mundo y a mis caprichos, casi olvidado de Ti y de Dios. ¡Desdichado el tiempo en que no te amé! Pero más vale tarde que nunca. Así, pues, ¡oh María!, me presento hoy a ti y me ofrezco todo entero a tu servicio para todo el tiempo, poco o mucho, que me quede por vivir en esta tierra; y como Tú, renuncio a todas las criaturas y me dedico enteramente al amor de mi Creador.

San Alfonso María de Ligorio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.